lunes, 28 de mayo de 2018

COMENTARIO CRÍTICO DE LA MEMORIA EN LAS MANOS DE PEDRO SALINAS


Hoy son las manos la memoria.
El alma no se acuerda, está dolida
de tanto recordar. Pero en las manos
queda el recuerdo de lo que han tenido.

Recuerdo de una piedra
que hubo junto a un arroyo
y que cogimos distraídamente
sin darnos cuenta de nuestra ventura.
Pero su peso áspero,
sentir nos hace que por fin cogimos
el fruto más hermoso de los tiempos.
A tiempo sabe
el peso de una piedra entre las manos. 
En una piedra está
la paciencia del mundo, madurada despacio.
Incalculable suma
de días y de noches, sol y agua
la que costó esta forma torpe y dura
que acariciar no sabe y acompaña
tan sólo con su peso, oscuramente.
Se estuvo siempre quieta,
sin buscar, encerrada,
en una voluntad densa y constante
de no volar como la mariposa,
de no ser bella, como el lirio,
para salvar de envidias su pureza.
¡Cuántos esbeltos lirios, cuántas gráciles
libélulas se han muerto, allí, a su lado
por correr tanto hacia la primavera!
Ella supo esperar sin pedir nada
más que la eternidad de su ser puro.
Por renunciar al pétalo, y al vuelo,
está viva y me enseña
que un amor debe estarse quizá quieto, muy quieto,
soltar las falsas alas de la prisa,
y derrotar así su propia muerte.

También recuerdan ellas, mis manos,
haber tenido una cabeza amada entre sus palmas.
Nada más misterioso en este mundo.
Los dedos reconocen los cabellos
lentamente, uno a uno, como hojas
de calendario: son recuerdos
de otros tantos, también innumerables
días felices
dóciles al amor que los revive.
Pero al palpar la forma inexorable
que detrás de la carne nos resiste
las palmas ya se quedan ciegas.
No son caricias, no, lo que repiten
pasando y repasando sobre el hueso:
son preguntas sin fin, son infinitas
angustias hechas tactos ardorosos.
Y nada les contesta: una sospecha
de que todo se escapa y se nos huye
cuando entre nuestras manos lo oprimimos
nos sube del calor de aquella frente.
La cabeza se entrega. ¿Es la entrega absoluta?
El peso en nuestras manos lo insinúa,
los dedos se lo creen,
y quieren convencerse: palpan, palpan.
Pero una voz oscura tras la frente,
¿nuestra frente o la suya?
nos dice que el misterio más lejano,
porque está allí tan cerca, no se toca
con la carne mortal con que buscamos
allí, en la punta de los dedos,
la presencia invisible.
Teniendo una cabeza así cogida
nada se sabe, nada,
sino que está el futuro decidiendo
o nuestra vida o nuestra muerte
tras esas pobres manos engañadas
por la hermosura de lo que sostienen.
Entre unas manos ciegas
que no pueden saber. Cuya fe única
está en ser buenas, en hacer caricias
sin casarse, por ver si así se ganan
cuando ya la cabeza amada vuelva
a vivir otra vez sobre sus hombros,
y parezca que nada les queda entre las palmas,
el triunfo de no estar nunca vacías.

COMENTARIO CRÍTICO
El amor, el sentimiento más deseado por la mayoría de las personas en la actualidad. ¿A quién no le gusta sentir esas mariposas por dentro al estar con una persona que ama? Supongo que a todos. Tras leer un poema de Pedro Salinas llamado La memoria en las manos este es el tema que saco. ¿Cómo se ama?
En el poema, el poeta hablaba de una piedra que podemos interpretarla como una relación, la cual hay que pulirla poco a poco para que se haga bien. ¿Ustedes creen, queridos lectores, que esto se hace en la actualidad? Yo pienso que no ya que cada vez está más y más de moda divorciarse o separarse. La razón de estas separaciones bien podría ser que la pareja no ha sabido ser una pareja, al fin y al cabo. Muchas parejas hacen las cosas con prisa y, en el caso de personas que están en una edad en la que casi ‘’se les ha pasado el arroz’’, lo que intentan es encontrar a una persona rápido con la que casarse y tener hijos. En mi opinión, una opinión de la que no estoy del todo seguro que deban fiarse ya que soy un chaval de dieciséis años, esta situación es bastante errónea ya que, si ambas personas no se conocen lo suficiente y conviven juntos durante un tiempo medianamente largo, puede ser que no sean del todo felices una vez que ya hayan formado una familia.
Para que una pareja funcione bien, hacen falta muchas cosas, entre ellas está complementarse el uno al otro, entenderse, respetarse, escucharse y no intentar estar nunca por encima del otro, en fin, amarse. Para que estas cosas se hagan bien hacen falta ganas, pero, una vez que se cumplen, sucede algo mágico, la felicidad llama a tu puerta.  
Una vez leí algo en un libro de inglés de mi academia que se me ha quedado grabado en la mente: la pareja más vieja del mundo, es decir, las que más años llevaba, tenía un pequeño truco que les sirvió para mantenerse unidos. Ese truco era algo tan simple como tener una pequeña charla diariamente en la que ambos se escuchasen y se aconsejasen en el caso de que fuese necesario. Fíjense, algo tan simple como hablar todos los días les había mantenido unidos y conservaban el amor que sentían el primer día, ¿qué les parece?
Para concluir, he de decir que Salinas sabía muy bien de lo que hablaba ya que lleva toda la razón del mundo. Si tienen a una persona especial en su vida, no importa que sea su pareja o su amigo o amiga, quiéranla, ayúdenla y nunca la dejen escapar.
JOSÉ JIMÉNEZ, 4º ESO A

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