Aquí os dejo el tercer reto del tercer trimestre. En esta ocasión tenéis que ir aportando datos de la vida de "El Inca Garcilaso" y de su obra. De igual modo que con Cervantes y Shakespeare, no se trata de crear "parrafadas" muy largas, cada entrada debe tener un mínimo de 30 palabras y un máximo de 50. Así damos opción a que todos participen y aporten datos nuevos.
Tenéis que realizar un mínimo de 5 comentarios, esperando, entre uno y otro, a que dos o tres personas realicen el suyo.
Es conveniente, que antes de añadir la información, leamos la que han compartido los compañeros/as para no repetirla e intentar seguir un
hilo conductor. De este modo, crearemos un texto de carácter expositivo enriquecido con las aportaciones de todos.
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Bautizado como Gómez Suárez de Figueroa, en memoria de uno de sus abuelos, el Inca Garcilaso de la Vega nació en el Cusco el 12 de abril de 1539, muy pocos años después de la muerte de Atahualpa, el último soberano Inca. Fue el hijo natural del capitán extremeño Sebastián Garcilaso de la Vega Vargas, conquistador de noble linaje de Castilla, y de Palla Chimpu Ocllo, bautizada como Isabel, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Cápac.
Garcilaso de la Vega, también conocido como (El Inca), nació en Cuzco, actual Perú, en el año 1539 - Córdoba, España, 1616. Es conocido como escritor e historiador peruano. Era hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa incaica Isabel Chimpo Ocllo.
Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca.
A los veintiún años se trasladó a España, donde siguió la carrera militar. Con el grado de capitán, participó en la represión de los moriscos de Granada, y más tarde combatió también en Italia, donde conoció al filósofo neoplatónico León Hebreo.
En 1590, muy probablemente dolido por la poca consideración en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en religión. Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas.
El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios reales. La primera parte de esta obra se publicó en la ciudad de Lisboa en 1609 y la segunda, que llevó el título puesto por los editores de Historia general del Perú, fue editada póstumamente en Córdoba (1617).
Hacia 1550, el todavía pequeño Garcilaso fue enviado a Charcas, para volver después al Cuzco, donde fue testigo de la rebelión de Francisco Hernández Girón, ocasión en la cual ayudó a su padre, entonces alcalde ordinario de la ciudad, a huir por los tejados de las casas (1553).
Era hijo del conquistador español capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, de la nobleza extremeña, y de la ñusta o princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Cápac, emperador del "reino de las cuatro partes o suyos" o Tahuantinsuyo (nombre del Imperio incaico en su lengua nativa quechua).
Dos años después, muere el padre y Garcilaso viaja a España para estudiar y reclamar su herencia. En esta última gestión fracasa. Garcilaso incursiona en el ejército español, combate contra los moros en 1569 y obtiene el grado de capitán. Posteriormente, cambia las armas por las letras.
En 1561 se establece en Montilla, donde cuenta con la protección de sus parientes paternos, y algún tiempo después en Córdoba (1589), donde se vinculó a los círculos de humanistas españoles y se dedicó al estudio y la investigación que le permitirían escribir sus crónicas.
Su padre se vio obligado a abandonar a la princesa inca a causa de la presión de la corona para que los nobles españoles se casasen con damas nobles españolas, y así lo hizo para matrimoniar con Luisa Martel de los Ríos; sin embargo, no lo hizo sin conceder antes a su madre una cuantiosa dote, que le sirvió para casarse con Juan del Pedroche, un soldado peninsular, de la que tendría el inca dos medias hermanas, Luisa de Herrera y Ana Ruiz.
Su obra más conocida es Comentarios reales, dividida en dos partes. La primera, Historia general del Perú, se publicó en Lisboa en 1609 y la segunda,Comentarios, vio la luz un año después de su muerte. El primer tomo, relata la historia prehispánica de Perú, la escribió para “cumplir la obligación, que a la patria y a los parientes maternos, se les debía”. La segunda parte, sin embargo, es una defensa de su linaje y una visión histórica del imperio incaico y de la conquista española.
Se le considera como el "primer mestizo biológico y espiritual de América", o en otras palabras, el primer mestizo racial y cultural de América que supo asumir y conciliar sus dos herencias culturales: la indígena americana y la europea, alcanzando al mismo tiempo gran renombre intelectual
La primera parte de los Comentarios Reales aborda la historia y la cultura del Imperio Incaico, enalteciendo que el Cuzco fue "otra Roma", rebatiendo a quienes trataban de "bárbaros" a los indígenas peruanos. Su visión providencialista distingue un tiempo salvaje, anterior a la misión civilizadora de los incas
Artísticamente, el Inca Garcilaso de la Vega combinó hábilmente recursos de la epopeya, la utopía (género platónico de gran cultivo entre humanistas) y la tragedia. Epopeya y utopía se ligan y refuerzan hasta la mitad de La Florida y los Comentarios
Como su padre, logró el grado de capitán, y tomó parte en la represión de la Rebelión de las Alpujarras de los moriscos de Granada bajo el mando de don Juan de Austria (1569).
A pesar de esos finales desastrados, Garcilaso mira esperanzado el futuro, como claramente se manifiesta en la dedicatoria de la segunda parte de los Comentarios. Escritos a partir de sus propios recuerdos de infancia y juventud.
Algunas de sus obras fueron:
-Diálogos de Amor,creado en el año 1590.
-La Florida del Inca,en el año 1605.
-Comentarios Reales de los Incas,Cuya creación fue en el año 1609.
-Historia General del Perú,en el año 1617.
Se trasladó a Córdoba en 1591, y se relacionó con algunos doctores, como el jesuita Juan de Pineda, quien le instó a preparar un comentario piadoso de las Lamentaciones de Job.
En 1612 Garcilaso compró la Capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde quiere ser enterrado, y fallece cuatro años después, entre el 22 y el 24 de abril de 1616
Dos reimpresiones furtivas aparecieron enseguida, una en Barcelona y la otra en Lisboa. En 1544 aparecieron dos reimpresiones autorizadas, una en Medina del Campo y la otra en Amberes; durante los trece años siguientes aparecía por lo menos una reimpresión cada año.
Durante los primeros años de su infancia, se crió junto a su madre y parientes maternos, le enseñaron el quechua y le hicieron conocer la grandeza del Imperio incaico. Garcilaso tuvo acceso a la instrucción de los amautas, incas sabios instruidos en la mitología y cultura incas.
El 25 de noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I de España hizo entrega de una arqueta que contenía una parte de sus cenizas; éstas reposan actualmente en la Catedral del Cusco.
Como su padre, logró el grado de capitán, y tomó parte en la represión de la Rebelión de las Alpujarras de los moriscos de Granada bajo el mando de don Juan de Austria (1569). Entre 1570 y 1571 se enteró de la muerte de su madre y de su amado tío Alonso de Vargas.
Hacia 1550, el todavía pequeño Garcilaso fue enviado a Charcas, para volver después al Cuzco, donde fue testigo de la rebelión de Francisco Hernández Girón, ocasión en la cual ayudó a su padre, entonces alcalde ordinario de la ciudad, a huir por los tejados de las casas (1553)
Garcilaso entró a servir en 1520 al rey Carlos I de España
Pensó en volver a Perú en 1563, pero optó por permanecer en la península y seguir la carrera militar, como su padre. Abandonó el nombre de Gómez de Figueroa y firmó ya para siempre con el de Garcilaso de la Vega, por el que sería conocido por la posteridad.
Después de 1557 la edición conjunta ya no se agotaba tan rápidamente. No es sorprendente, pues, que en 1569 realizara un librero salmantino la feliz idea de publicar en tomo aparte solo la poesía de Garcilaso
Sus obras son ricas en elementos autobiográficos y nos dejan claro que él era hijo de un importante noble español y recibió una educación europea de primer nivel, pero que a su vez descendía por parte materna de los antiguos gobernantes incas.
Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas.
El 20 de enero de 1560, a los veintiún años de edad y poco después del fallecimiento de su padre, Garcilaso salió del Cuzco rumbo a la Ciudad de los Reyes (Lima), dispuesto a embarcarse hacia España.
Gracias a la privilegiada posición de su padre, a los 13 años, ingresó en la Escuela de Mestizos de Juan Cuellar, en Cuzco, recibiendo una esmerada educación al lado de los hijos de Pizarro, mestizos e ilegítimos como él. Allí aprendió latín y la fe cristiana.
En 1590, muy probablemente dolido por la poca consideración en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en la religión.
De joven, trabajó como secretario de su padre siendo éste Corregidor en Cuzco. Su padre tenía un gran aprecio, prueba de ello son los escritos que dirigía, siempre cariñoso, y de hecho de que le dejara morir, tierras en la religión Paucartambo trajo oro, plata... Para estudiar en España.
Siguiendo las corrientes humanistas europeas en boga en su tiempo, Garcilaso, el Inca, inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Virreinato Perú.
Salió en 1574, con seis sonetos y cinco coplas inéditos, el tomito de las «Obras del excelente Garcilasso de la Vega, con anotaciones y enmiendas del licenciado Francisco Sánchez, catedrático de retórica en Salamanca».
En aquellos tiempos, los mestizos fueron llamados hijos de la conquista, hombres de vidas destruidas, bastardos, hijos de ocasión y pecado o primeros peruanos. Los estudios etnohistóricos muestran que en el mundo andino no regían valores vinculados al matrimonio como sustento de legitimidad -y su consecuencia la condición de bastardía- tan presentes en los códigos españoles.
Garcilaso tuvo que buscar su identidad a lo largo de su vida y más tarde decidiría llamarse Inca Garcilaso de la Vega.
Fue herido en la acción de Olías del Rey; también participó en el cerco a su ciudad natal en 1522
Su obra más conocida es Comentarios reales, dividida en dos partes. La primera, Historia general del Perú, se publicó en Lisboa en 1609 y la segunda, Comentarios, vio la luz un año después de su muerte. El primer tomo, que relata la historia prehispánica de Perú, la escribió para “cumplir la obligación, que a la patria y a los parientes maternos, se les debía”. La segunda parte, sin embargo, es una defensa de su linaje y una visión histórica del imperio incaico y de la conquista española. Aunque se haya puesto en duda su veracidad y su exactitud histórica, Comentarios reales se considera, desde el punto de vista literario, una obra clave de la civilización andina y un punto de partida de la literatura latinoamericana.
Tras morir su padre en 1560, Garcilaso llega a España en busca de los familiares de su padre y para hacer gestiones que le permitieran conseguir una pensión por los servicios que aquél había prestado a la corona. Los trámites ante el Consejo de Indias fueron frustrados y el joven no pudo conseguir renta alguna.
(Garcilaso de la Vega, llamado El Inca; Cuzco, actual Perú, 1539 - Córdoba, España, 1616) Escritor e historiador peruano. Era hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa incaica Isabel Chimpo Ocllo
En 1561 se instala en Montilla, ciudad en la que fue acogido por su tío paterno, el capitán Alonso de Vargas, veterano de las guerras de Italia, de cuya casa (en la calle de su mismo nombre) saldría en escasas ocasiones.
Entre 1570 y 1571 se enteró de la muerte de su madre y de su amado tío Alonso de Vargas; este último le adjudicó bienes en su testamento que hicieron que en el futuro no tuviese que preocuparse de su sustento y aún disfrutase de cierta holgura.
De vuelta a España fue armado caballero de la Orden de Santiago en noviembre de 1523, en la iglesia de San Agustín de Pamplona, y en 1524 se enfrentó a los franceses en el cerco de Fuenterrabía.
A los veintiún años se trasladó a España, donde siguió la carrera militar. Con el grado de capitán, participó en la represión de los moriscos de Granada, y más tarda combatió también en Italia, donde conoció al filósofo neoplatónico León Hebreo.
A los veintiún años se trasladó a España, donde siguió la carrera militar. Con el grado de capitán, participó en la represión de los moriscos de Granada, y más tarde combatió también en Italia, donde conoció al filósofo neoplatónico León Hebreo.
El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios reales. La primera parte de esta obra se publicó en la ciudad de Lisboa en 1609 y la segunda, que llevó el título puesto por los editores de Historia general del Perú, fue editada póstumamente en Córdoba (1617).
Usaba todavía el nombre de Gómez Suárez de Figueroa, hasta que en 1563, adoptó el de su padre, Garcilaso de la Vega. Fracasado su intento de regreso al Perú, se radica definitivamente en la Península. En este contexto se fue españolizando y llegó a ser perfectamente bilingüe.
En 1590, dolido por la la poca consideración en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en la religión. Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montillas y Córdoba y se volcó en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas.
La obra poética de Garcilaso de la Vega, compuesta por cuarenta sonetos, cinco canciones, una oda en liras, dos elegías, una epístola, tres églogas y siete coplas castellanas y tres odas latinas, se publicó por primera vez en 1543, a modo de apéndice de las Obras de Juan Boscán.
Tuvo una relación estrictamente comercial con el célebre Luis de Góngora, y en Montilla coincidió con Miguel de Cervantes, que recaudaba fondos para la corona. Y parece ser que Cervantes conocía las obras del insigne mestizo: había leído la traducción por Garcilaso de los Diálogos de amor de León Hebreo.
Las innovaciones poéticas de Garcilaso y Boscán fueron imitadas en la Corte, y partidarios de los antiguos metros castellanos como Cristóbal de Castillejo, aunque también con el mismo espíritu del Renacimiento, se quejaban respetuosamente de las novedades
Siguiendo las corrientes humanistas en boga, Garcilaso el Inca inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Perú.
Tras su regreso a Toledo, Carlos le encargó en el verano de 1530, por mediación de la emperatriz Isabel, la tarea de viajar a Francia para comprobar el trato que el rey Francisco I estaba dispensando a su hermana, que era Leonor de Austria.
Artísticamente, el Inca Garcilaso de la Vega combinó hábilmente recursos de la epopeya, la utopía (género platónico de gran cultivo entre humanistas) y la tragedia.
El estilo de Garcilaso es muy característico: cuida especialmente la musicalidad del verso mediante el uso de la aliteración y un ritmo en torno a los tres ejes principales del endecasílabo.
Su familia materna eran los antiguos gobernantes Incas, y por ello, él describe a los Incas como monarcas benévolos que gobernaban un país donde todos vivían en una patria de justicia y abundancia, donde no había mendigos ni ociosos.
La primera parte de los Comentarios Reales (1609) aborda la historia y la cultura del Imperio Incaico, enalteciendo que el Cuzco fue "otra Roma", rebatiendo a quienes trataban de "bárbaros" a los indígenas peruanos.
Es en Italia donde Garcilaso fortalece su clasicismo sin olvidar otros autores griegos que también estudia. El lenguaje de Garcilaso es claro y nítido.
Garcilaso niega que en el tiempo de los Incas se hicieran sacrificios humanos, pero reconoce que era una práctica ancestral anterior al imperio inca, en una época brumosa a la que denomina gentilidad.
Garcilaso luchó en la Guerra de las Comunidades de Castilla y de vuelta a España, fue armado caballero de la Orden de Santiago.
Le dieron un galardón que le concedió Carlos V en agosto de 1523.
Despues de una campaña en Francia, Garcilaso vuelve a Toledo es el encargado de gobernad la ciudad. Tambien vivió en Ucles.
Garcilaso en Italia es donde fortaleze su clasicismo. La producción lírica de Garcilaso de la Vega, máxima expresión del Renacimiento Castellano, se convirtió, en una referencia inexcusable para los poetas españoles.
El lenguaje de Garcilaso es claro y nítido conforme a los ideales de su amigo Juan de Valdés. Prefiere las palabras usuales y castizas a los cultismos extraños a la lengua.
Gracias a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción de Francisco Pizarro hasta que se pasó al bando del virrey La Gasca, el Inca Garcilaso de la Vega recibió en Cuzco una esmerada educación al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él.
Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas.
Fruto de esas lecturas fue la traducción del italiano que el Inca Garcilaso hizo de los Diálogos de amor, de León Hebreo, que dio a conocer en Madrid el mismo año de su retiro.
Siguiendo las corrientes humanistas en boga, Garcilaso el Inca inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Perú.
Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca.
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